Capza ha tomado el control de Goiko, la popular cadena de hamburgueserías españolas, tras varios años de dificultades financieras bajo la propiedad del fondo estadounidense L Catterton. Esta adquisición supone un cambio significativo en el panorama de la restauración rápida en España y pone en el foco el papel de los fondos franceses en la reestructuración empresarial del sector.
Goiko nació en 2013 y en pocos años se consolidó como una de las marcas de hamburguesas más reconocidas de España, diferenciándose por su apuesta gourmet y la calidad de su oferta. En 2018, el fondo L Catterton —ligado al conglomerado de lujo LVMH— adquirió el 80% de Goiko, valorando la compañía en unos 150 millones de euros y dejando al fundador, Andoni Goicoechea, con el 20%.
La entrada de L Catterton fue posible gracias a una potente financiación de 39 millones de euros aportada por Capza, especialista en deuda privada y apoyo a pymes europeas. Sin embargo, los resultados financieros de Goiko no consiguieron cumplir las altas expectativas: a pesar de multiplicar sus ventas, la presión competitiva y la subida de costes impidieron que la empresa alcanzase beneficios sostenidos, acumulando pérdidas netas desde su adquisición. A inicios de 2025, las conversaciones para vender Goiko a otros inversores no prosperaron, y la incapacidad de devolver el préstamo a Capza llevó a una alternativa: el traspaso del control al propio fondo francés.
En 2023, Goiko alcanzó los 138,6 millones de euros en facturación y contaba con más de 110 restaurantes en España y algunos en Francia. Pese a su crecimiento, la empresa arrastraba una deuda significativa y números rojos acumulados —66,3 millones en pérdidas netas desde 2018— que pesaron en la decisión de traspasar la compañía. Capza, que desde 2018 aspiraba a ser sólo financiador, se verá obligado ahora a involucrarse activamente en la gestión, buscando estabilizar las cuentas y reposicionar la marca en un mercado muy competitivo.
La llegada de Capza puede suponer una nueva etapa para Goiko, centrada en la eficiencia, la actualización estratégica y la consolidación de su propuesta de valor. El reto será mantener el atractivo de la marca ante la expansión de nuevas tendencias como las smash burgers y la mayor presión del delivery, sin dejar de lado el control del endeudamiento y la rentabilidad del grupo.
Goiko, que revolucionó el segmento de la hamburguesa premium en España, encara ahora un futuro condicionado por la gestión de Capza. La experiencia francesa en reestructuraciones será clave para evitar que la historia de éxito emprendedor termine en un mero episodio financiero.
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